Creo que nunca nadie te prepara para aquello que sientes cuando te dan el anillo. Es emoción, mezclada con miedo, con nervios, con felicidad, con risa… Una mezcla de todo. Una mezcla de emociones que me tocó vivir en carne propia el día 13 de marzo del 2020; cuando Gonzalo mi novio, se armó de valor en la playa de Tulúm y con ello dio pie a que empezara una de las etapas más increíbles de nuestra vida.
Okey, en un mundo normal lo que pasaría es que te dan el anillo, empiezas los preparativos, y alrededor de un año después, estás parada en el altar dando el sí al amor de tu vida. ¿No?
Así debería de haber sido mi situación, pero la realidad es que nadie esperaba que el día que regresáramos del paraíso de Tulum y de toda la experiencia del anillo, se viniera sobre todos una pandemia mundial que obligaría a no solo a parar todo tipo de actividad, sino que además, nos forzaría a permanecer en aislamiento, encierro, cuarentena o como le quieran llamar, 5 meses y contando….
¿Y ahora… qué sigue? Honestamente ese es uno de los pensamientos que giran sobre mi mente más de 30 veces al día.
Hay veces en las que el «bridal glow» está con todo y siento que puedo avanzar mucho; Preparar mil cosas, contactar a mucha gente y dejar listos varios puntos, traigo la productividad a tope.
Pero por otro lado, hay días en los que simplemente hablar del tema hace que una montaña de inseguridades venga encima de mí como por arte de magia, el humor empeora y pobre del que se acerque.
«¿Qué va a pasar? ¿Si se va a poder hacer? ¿Cómo le hago en esto? ¿Cómo le hago en aquello?» Esos y miles de cuestionamientos que atacan en estas épocas de Covid, se vienen como una oleada sobre mi mente, mis ánimos y mis pensamientos.
Y es que ahí te das cuenta realmente el peso que tiene la gente y la rutina en tu vida. Como un abrazo grupal de tus amigos puede ser el sello para realmente dimensionar este suceso, como un café con tus amigas para platicar de la boda es indispensable, o cómo simplemente poder ir a una tienda a ver opciones, es básico.
Empiezas a valorar más lo intangible y a darle el peso que merece a aquello que dabas por sentado.
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Pero bueno, no seamos pesimistas. Como mucha gente me ha dicho, y yo misma lo he comprobado, este tiempo es distinto, si; pero no por eso, menos importante, ni menos increíble.
Es realmente cosa de cambiar el chip, y fue ahí cuando me puse a pensar…
Si todo mundo puede verse creativo, innovador, optimista e incluso proactivo en esta situación, ¿Por qué no podría hacerlo yo con la planeación de mi boda?
A todas las novias Covid allá afuera, les digo de antemano…
Es un proceso. Habrá días excelentes, en los que la magia no termina y pareciera que todo sale bien. Y habrá otros en los que «todo está mal» jaja y la boda pareciera ser la cereza en el pastel del estrés. Es tomarlo día a día.
Yo en lo personal nunca me pensé como una bridezilla. Aquella mujer loca por los detalles e intratable al momento de hablar de la boda. Pero sí me conozco, y en este proceso que aún sin Covid es sumamente emocional, sé que conmigo viene el miedo, la preocupación y muchas veces, la ansiedad… y más en estos momentos.
Por eso, quise darle al vuelta a esta situación y poner mi granito de arena en el tema de las bodas. Intentar hacerle los días más livianos a todas aquellas novias que estén viviendo lo mismo que yo y ver lo bueno dentro de esto… Recuerda que en todo momento hay algo positivo y más en cuanto a tu boda se refiere.
Les dejo varias recomendaciones que me han ayudado a no solo planear mejor, sino también a tener mayor perspectiva, tranquilizar la mente, y disfrutar al máximo este proceso.
Después de todo, este tiempo es único en la vida. Nunca más tendrás la planeación de tu boda. Disfruta este momento como se debe, dale la importancia y el peso en tu vida que merece, saca todo tipo de mal sentimiento y prepárate para una época única.
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1. Lo digital, mi nuevo mejor amigo.
Gracias al cielo vivimos en una era digital. Imagínate que no tuviéramos este tipo de accesibilidad al momento de planear una boda… Ahí sí estaríamos en problemas.
Pero para fortuna de todas aquellas novias en Covid, la era digital es nuestra y hay que sacarle todo el jugo posible. Absolutamente todo puedes verlo de forma digitalizada. El zoom y las videoconferencias son ahora, parte de nuestra vida y más vale que les saquemos provecho. Cambia los vinitos de ZOOM con tus amigas, por citas con proveedores. Todos, absolutamente todos, han adoptado esta nueva forma de conexión y gracias a ella puedes ver cada detalle tal y como si estuvieras ahí, pero desde la comodidad de tu hogar.
2. Instagram much?
Afortunadamente también las mayorías de los estudios, marcas, wedding planners, y todo tipo de proveedores tienen perfiles en Instagram que respaldan su trabajo. De esta forma puedes ver realmente lo que hacen y no solo basarte en “una amiga me contó”….
Verifica, investiga y busca lo que quieres, está ahí afuera, es solo cuestión de que te des el tiempo de encontrarlo.
3. Keep your friends close, and closer and closer.
Tus amigos y familia son tu base de apoyo. Úsalos como tal.
Aunque ahora son momentos en los que la cercanía es un poco más complicada, la comunicación sigue ahí. Es un proceso padrísimo, compártelo con quien más quieres y habla sobre el tema. No te lo quedes todo tú o pienses que por no poder ver a gente, solo tú estás involucrada.
4. Distráete.
Dentro de toda situación es importante también darte un tiempo para ti. Obvio planea, habla y checa todo sobre tu boda, pero no olvides de darte breaks. Como todo en la vida, los excesos son malos. Dispón en tu día ciertos tiempos para ver temas de la boda, terminados esos, libera la mente, medita, lee, platica con tu familia y despéjate.
Podrás ver más cosas mañana.
5. No te satures.
Algo sumamente importante y que yo en lo personal he tenido que aprender a la mala, es a no saturarte de información. Deja de ver noticias, no veas Facebook, silencia aquellos grupos que no te sumen y solo te quiten la paz. No te digo que no estés informada, pero dosifica aquella información y no quieras ver de más. Te prometo que no te trae nada bueno.
6. Keep on planning.
Piensa que esto es algo temporal. Si, cambiará muchas formas en las que vemos la vida, pero sigue planeando tu boda. No dejes de actuar, de crear y de disfrutar, piensa que este proceso y todo lo que conlleva es algo que sucede solo una vez en la vida; Go go go.
7. Disfruta.
Esto es algo once in a lifetime y si tú no le das la emoción, la alegría y la importancia que merece, nadie lo hará.
Recuerda en disfrutar este proceso, es TU BODA, tu momento y una experiencia única. Haz que valga la pena.
8. Medita, respira, toma agua.
Jajaja estas son algunas de las cosas que a mí me han servido, y sé que las vas a necesitar. Cuando sientas que no puedes más, que el estrés sea máximo, date un tiempo para respirar, retomar la perspectiva y darle nuevamente para adelante.
Lo digo mil y un veces en esta nota, es un día a la vez; Y cada día cuenta.
Haz que este tiempo en casa realmente se traduzca en la boda que sueñas.
9. No te compares.
Cada persona es un mundo y cada boda, es un mundo también. Algo que aprendí es que cada quien tiene su proceso; Cada quién planea, hace y dimensiona como mejor le parece. No te compares, es un desgaste innecesario.
10. «La vida solo te da aquello que sabe que puedes manejar».
Una frase que a mí me ha hecho poner todo en perspectiva. Sé resiliente y échale todas las ganas. Escucha a tu cuerpo, a tu mente, lo que te pide y lo que necesita. Siempre haz aquello que te de más paz, y aún más en este proceso. You are the bride!
Es una guía muy básica pero que puede ser de mucha ayuda no solo para la salud mental de toda novia, sino también del novio, y todos aquellos que tengan una novia Covid involucrada en su vida.
Les deseo el mejor de los procesos, ánimo a todas las novias .
Y suerte a todos en el 2021, porque seguro tendrán una boda en cada fin de semana.
