¿Y qué con la frustración?

¿Y qué con la frustración?

Serie de tips que me han funcionado para aliviar la frustración, relajarme y disfrutar más la vida.

Ultimamente me he dado cuenta que entre más pensamos y le damos vueltas a las cosas, más complicado se convierte cualquier proceso. 
Lo vemos todos los días…quotes divinas con las frases “deja ir”, “no overthinkees”, “relájate y fluye”…y sí, todo suena divino, hasta que estamos en una situación en la que ovethinkear, aferrarnos y frustrarnos parecen nuestras únicas opciones.

En lo personal, me considero muy propensa a caer en esto. El hecho de no tener el control de las situaciones me pone nerviosa, afecta mi juicio y hasta mi humor; pero han pasado ciertas cosas, situaciones, y han llegado personas a mi vida que realmente me han hecho replantearme el por qué tomo esta actitud, cómo es que debería de reaccionar y cómo el hecho de vivir aferrada o ansiosa, no te lleva a nada bueno. 

Checa también: Desear lo que quieres no es suficiente para lograr tus sueños.

No soy psicóloga, ni psicoterapeuta, ni mucho menos coach de vida. Pero sí soy una niña en sus mid-twenties a la que el estrés, la vida y el entorno, le han dado su buena dosis de frustración (en muchas situaciones) y es por eso que prefiero compartirles mis tips, mis ideas y mis secretos para intentar lidiar con esto lo mejor posible. ¿Para eso estamos, no?

¿Y a qué me refiero con frustración? No, no me refiero a cuando te cuesta trabajo llegar a algo o a alguien, ni a cuando un proceso te resulta difícil. Me refiero a ese sentimiento que te calienta el cuerpo, que te nubla el juicio y que realmente te hace sentir como que estás a nada de pegarle a lo que sea que se cruce en tu camino. Jajaj.

Lee también: Maneras de mantener la paz en cuarentena.

Ultimamente la frustración ha sido una constante compañera en mi proceso de crecimiento. Pero digo, creo que a todos nos resulta complicado el crecer simplemente por el hecho de que estamos entrando a territorios desconocidos, experimentando cosas nuevas y realmente dándonos cuenta de aquello que nos gusta, nos funciona, nos enriquece espiritualmente y aquello que no. 

Crecer es tan increíble, como puede ser difícil; Pero les tengo algunos tips que en lo personal, me ayudan a lidiar con este sentimiento, me hacen disfrutar mucho más la vida y son buenísimos para recibir con brazos abiertos lo que sea que venga.

1. Respira.
Básico. Básico. Basiquísimo. Y aunque parece muy lógico, es real que parar la mente y respirar profundo 5 veces seguidas, puede darte mucha más perspectiva en esos momentos en los que la mente no deja de girar y la frustración parece estar en cualquier lado. Bloquea, respira y verás cómo todo se ve distinto al cabo de unos minutos.

2. No te preocupes, ocúpate.
Algo que a mi me pasa mucho, y creo que es común, es sobre pensar las cosas. La pregunta «Y si…?» es constante en mi vida, y en múltiples ocasiones hace que pierda la perspectiva. Un consejo que me han dado, que honestamente se ha convertido en una lección de vida para mí, es «No te preocupes, ocúpate». Y es que es real. Muchas veces perdemos el tiempo, el ánimo y la perspectiva pensando y no actuando. Ocúpate, distráete y usa tu tiempo para algo más productivo que andar pensando situaciones que todavia no se dan. Te ayudará a despejar la mente, y con ello, a mejorar la actitud.

3. Lo que tenga que ser, será.
Entendamos que no por sobre pensar algo, intentar, cuestionar o imaginar, cambiaremos un resultado. La mente es poderosísima, y justo por eso, es mejor tenerla como aliada. Hay momentos en los que las cosas salen de nuestra casilla, y el destino, la suerte, o como lo quieras llamar, toman el volante. Por más que lo queramos o no.

4. Entiende que hay cosas que simplemente van mucho más allá de tu control.
Creo que esta es la que a mí, en lo personal, me cuesta más trabajo. Aquella que involucra desprenderse de todo tipo de control y dejar al universo hacer su magia. Para mí, es muy difícil dejar el control; La incertidumbre, la suerte y el predicamento de «a ver qué pasa» es algo que realmente me saca de mis casillas.
Soy fiel creyente de que uno crea su camino, vamos armando nuestra suerte, según nuestros esfuerzos y decisiones. Pero por desgracia, también existen circunstancias en las que dicho camino tiene otros planes y los resultados no son lo que esperamos, es ahí donde a mí, se me viene abajo la paciencia.
Pero nimodo. Todo es un proceso, y Roma no se construyó en un día. Tanto yo, como miles de personas alrededor del mundo, tenemos que aprender a dejar el volante y confiar. Creo que eso es lo más complicado, confiar. Pero bueno, el chiste es nunca dejar de intentarlo.

Ojalá esto te ayude a por lo menos distraerte un ratito, son tips que a mí me han funcionado. Enseñanzas y consejos que se repiten en automático en mi mente cuando una situación compromete mi paciencia.

Te prometo que funcionan y si tú tienes otro, por favor compártelo, el chiste es echarnos la mano entre todos. ¡Ánimo!

The Every 2020. Todos los Derechos Reservados.

Welcome to The Every. Subscribe

We don't send spam