5 días dignos de recordar.
By: Helene Send (@helenesend)
“Deberíamos de…” así empezó nuestra plática un día, pero JAMÁS pensamos que realmente íbamos a ir al festival más grande, más imponente, más renombrado y más impresionante del mundo.
Pero primero lo primero, me presento…Me encanta la música, quien me conoce lo sabe. Soy de esas rockolas humanas que se sabe todas las canciones. Es de las únicas cosas para la que tengo buena memoria, oigo música TODO el día y con oír la canción dos veces ya me la sé toda.
Incluso, me dicen “lyrics.com” desde chica jajaja porque no entendían cómo era posible que me supiera todas las letras, de distintos artistas y géneros tan rápido… Soy esa persona.
Pero con un gusto tan intenso por la música, necesito a gente con quien compartirlo. Es por eso que tengo a mi grupo de amigos “musical” (Diego, Thasha, Ana Ceci, Ale, Gabo y más…) con los que intercambio gustos, canciones, festivales, descubrimientos y todo lo que esto involucra.
Lee también: ¿Qué se siente viajar sola al otro lado del mundo?
Pero volviendo al tema, una noche platicando con ellos en una fiesta, entre la risa, las copas, la emoción y los planes, decidimos que íbamos a intentar ir a Glastonbury. Esta conversación, que en un instante podía parecer utópica, desencadenó una aventura increíble, y llevó a todo lo que les voy a contar a continuación.
Para quienes no sepan, Glastonbury es un festival que se lleva a cabo desde hace 50 años en una granja enoooooorme llamada “Worthy Farm” de Michael Eavis; que está entre dos pueblitos de Somerset, Inglaterra. Digamos que Glastonbury es el papá de todos los festivales de música que existen y poder asistir es sumamente complicado pero una experiencia digna de bucket list.
Todo acerca de este festival es un reto y una experiencia demasiado única, pero vamos por pasos…
Spoiler alert: Este festival no es para los light headed. Es una experiencia sumamente increíble, pero que como todo en la vida, puede incluso parecer inalcanzable. Pero no hay que desanimarse.
¡Sí se puede!
Y aquí les dejo los pasos que vivimos, los procesos, las experiencias y todo lo que volvió a este festival uno de los momentos más impactantes de nuestras vidas.
1. BOLETOS:
El primer reto fue conseguir los boletos, y vaya que lo fue.
La plataforma de venta de este festival es global y requiere de mucha paciencia y esfuerzo.
El primer paso es darte de alta en la plataforma; mandas tu foto, toda la info que te piden y después de 72 horas te avisan a tu mail si te “aceptaron” para poder accesar a la venta de boletos. Sí, tal y como lo lees. En tu correo de confirmación, cuando te aceptan, te mandan un número; Este número es todo tu perfil metido en una numerología que hace Glastonbury, es solo tuyo y tiene toda tu información. Funciona para la compra de boletos y si es que fuiste aceptado, para la entrada al festival.
Entonces, se abre la plataforma en un día y hora predeterminada, y lo ideal es tener varios dispositivos a la mano con varias redes de wifi para poder intentar accesar de todas las maneras posibles y así tener más chance de entrar.
Otra cosa es que la plataforma solo te da permiso de comprar máximo 6 boletos, entonces lo ideal es que los grupos que se armen para ir al festival sean de 6 integrantes, ya que si son más se necesitaría que dos o más personas entren a la plataforma y es literalmente, imposible.
Es vital tener toda la información a la mano, los números de los 6 integrantes y foto o tarjeta física con la que se harían los pagos.
Ojo: Debe de ser una tarjeta que no tenga límite para que Glastonbury acepte el pago.
Fueron varios intentos. El primero fue en octubre 2018.
Tienes 3 oportunidades de conseguir boletos. La venta de boletos de Glastonbury consiste en 3 etapas:
La etapa 1, es el día que se hace la primera venta en la plataforma.
Ese día Glastonbury saca al público TODOS los boletos y el sitio colapsa en cuestión de segundos.
Esos boletos son una especie de “apartado”, pagas 54 pounds y tienes aproximadamente 4 meses para pagar el boleto completo.
Si no lo pagas, ese boleto vuelve a entrar en la plataforma y se venden al público en la segunda y tercera tanda de boletos.
Lee también: Un intercambio al otro lado del mundo.
Ahí les van nuestros intentos:
INTENTO 1 (4 de Octubre, 2018 12:02 pm)
Ese día no podía entrar a la plataforma pues tenía un evento muy importante de la oficina, por lo que Thasha, Diego y los demás integrantes del team, estuvieron al tiro. Me iban informando del status, pero la página colapsó al segundo 1 que se abrió la plataforma.
Después de varios “refresh” a la página durante media hora y no poder accesar, nos rendimos, ya que es una señal de que los boletos ya están colocados y que no tuviste suerte. Luego checamos en internet y toda esa tanda de boletos se vendió en cuestión de 14 minutos a nivel mundial.
Decidimos no rendirnos y hacer nuestro mayor esfuerzo para conseguir en la segunda tanda. Obvio la segunda venta es todavía más difícil, porque hay menos boletos y el sitio sigue colapsando al momento de liberarse al público.

INTENTO 2 (7 de Octubre 2018, 3:00 am)
Ahora me tocaba a mí entrar a la plataforma. Así que tenía que estar al pendiente a mis 3am en México, mientras Diego estaba igual en Londres (él vive allá).
En mi caso, estuve con dos computadoras conectadas al wifi de mi casa y mi celular usando mis datos para que fuera otra red distinta, que creo que fue lo que nos salvó.
No puedo explicar todo lo que fue a partir de que la plataforma se abrió. Todo fue demasiado rápido.
Tenía que darle refresh a todos los dispositivos lo más rápido posible y estar al pendiente en todos, con toda la información a la mano (fotos de las tarjetas de crédito con las que se haría el pago, los números dados a cada integrante del grupo, nombres, apellidos, todo)
Mi grupo de whatsapp reventaba de mensajes; pues todos íbamos haciendo el mismo proceso pero cada quien desde su casa.
El botón de refresh de mi computadora se desgastaba, mi celular tenía que ser conectado a la corriente cada 3 minutos y junto con todos mis amigos, comenzaba a perder la esperanza.
Pero en eso, unos colores vivos iluminaron la pantalla de mi celular. Y fue ahí donde la emoción me abrazó por completo.
Aún con 2 computadoras, mi celular había sido el que lograría llevarnos al mejor festival del mundo, pues me temblaban las manos al ver en la pequeña pantalla de mi iPhone, la leyenda que decía:
“Welcome to Glastonbury.”
Conteniendo los gritos de emoción, sabía que esto era cuestión de segundos. Tenía que mantenerme alerta, pues de lo contrario, el sitio podría sacarnos y el proceso sería en vano.
Todo tiene que hacerse rápido, pues tienes limite de tiempo, y de no cumplirlo, puedes despedirte de tus boletos.
Así que pulsé las teclas lo más rápido de lo que lo he hecho en mi vida, llené los datos, y dejé un mensaje en el grupo de mis amigos con una simple palabra… “Entré.”
Dejé de hacerle caso a los mensajes de emoción que inundaban mi celular y me enfoqué en terminar el proceso. Ya acabado, fueron 2 minutos de angustia en los que sabría si todo había dado resultado o no, pues el sitio tarda un poco en darte tu confirmación.
Pero todo valió la pena, cuando a las 3:15 am del 7 de Octubre del 2018, mi iPhone se pintó de colores y aparecieron en él las siguientes 2 frases:
“Booking Complete”
“Welcome to Glastonbury”
Mande esta foto al grupo y NADIE lo podía creer. Iríamos a uno de los mejores festivales de música EN EL MUNDO. Un festival que tiene historia, y al que miles de personas a nivel mundial intentan asistir. Era una ocasión única, pero con ella, venían millones de detalles en cuanto a logística y planeación. ¡Y era momento de empezar!
Let´s plan:
El plan original era que íbamos a ir 6 personas, pero poco a poco se fueron bajando del barco y acabamos los tres antes mencionados. (Thasha, Diego y yo)
A partir de esto ya fue puro proceso de planeación entre los 3 y surgieron las preguntas principales:
- ¿Cómo íbamos a llegar a Glasto?
- ¿Y dónde nos íbamos a quedar?
Fueron semanas de planeación, pláticas y de ver opciones. Decidimos que, a pesar de que Glastonbury es reconocido a nivel mundial por el enorme camping que tiene y todas sus variables (glamping, camping normal, tipis, trailers, etc…) nosotros buscaríamos algo más, algo como un Bed & Breakfast o un Airbnb para poder tener una base a la cual llegar.
Consideramos básico poder llegar a un lugar limpio, con baño, con una cama cómoda donde dejar tus cosas y poder descansar bien después de un día extremo en el festival, más si eres extranjero. Estuvimos pidiendo consejos al equipo de logística en la página de Glastonbury y nos mandaron una serie de opciones que a su parecer eran lo más convenientes para el tipo de plan que queríamos y nos contactaron con Elizabeth; quien nos daría alojamiento durante estos 5 días en un pueblito llamado Shepton Mallet que estaba a aproximadamente 15 minutos en bus de Glastonbury.
La estancia estaba lista, ahora era momento de ver cómo llegar a ahí, pues claramente todos los trenes y buses que llegaban a los distintos pueblos en los alrededores de Glastonbury estaban carísimos, hacías hoooooras o estaban agotados, por lo que rentar un coche parecía la opción más viable.
Gracias a Dios iba con alguien como Thasha jaja porque era la única que realmente se sentía capaz de manejar un coche standard y del otro lado del camino durante 3 horas de ida y 3 de regreso. Sacó una licencia internacional de manejo para poder rentar el coche en Londres y así poder llegar a Shepton Mallet.
Los boletos de Glastonbury llegaron por correo a casa de Thasha una semana antes de irnos de viaje y así fue como en un instante, estábamos listos.

Off we go:
Y empezaba la aventura; Thasha y yo nos fuimos a Madrid el 22 de junio del 2019. Decidimos aprovechar unos días para ir y visitar amigas que están viviendo allá, antes de volar a Londres el 25 de junio.
London:
Al fin estábamos ahí.
Nos íbamos a quedar con dos amigos (uno de ellos iba con nosotros a Glastonbury, Diego) en su departamento que estaba por la parada Highbury & Islington en Upper Street.

Paréntesis:
En cuanto llegamos a la parada y salimos a la calle, Thasha y yo íbamos caminando, ella adelante con su celular en la mano viendo Google Maps para llegar al departamento de Diego y yo atrás de ella.
De pronto, una moto se sube a la banqueta y se vuelve a bajar a la calle; y yo por puro instinto cambie mi maleta a la mano contraria, para que no quedará cerca de ellos, pero en cuestión de segundos la moto se vuelve a subir a la banqueta justo adelante de mí, se acerca a Thasha, le arrebatan el celular, y se va.
Fue en cuestión de segundos cuando miré y Thasha estaba al final de la calle corriendo atrás de ellos gritando «¡Mi celular!».
Solo unos minutos después regresó vencida. Una pareja de londinenses tipazos se dieron cuenta de todo y fueron con nosotras a ayudarnos, nos prestaron su celular para marcar a la policía, que en cuestión de 5 minutos ya estaba ahí. Mientras yo le marcaba a Diego para contarle qué había pasado.
Lo peor de todo fue que cuando le marqué a Diego su reacción fue “voy para allá”; y en eso vemos cómo sale Diego de su edificio que estaba literalmente a 5 metros de donde estábamos nosotras hablando con la policía jajaja.
Pero bueno, Thasha dio su reporte y pues ya con todo el coraje del mundo nos fuimos al depa de Diego a instalar y planear todo lo que nos faltaba, con las mismas ganas, pero un celular menos.
Let´s get to it.
LINE UP:
Ya en el depa de Diego, nos instalamos con mezcal en mano enfrente de la tele con el Line up y el mapa de Glastonbury proyectándose. Fueron hoooras de planeación, logística y debate entre los tres, es mucho más complicado de lo que parece.
Ahí les va…Glastonbury es en un terreno de 500 hectáreas…
¿A qué voy con esto? Que si quieres ver a un artista significa que ya lo meditaste y sabes que de escenario a escenario puedes hacer hasta una hora caminando; así que, you gotta choose your battles.

Entonces, este momento de planeación fue de meditar y ceder. De realmente decidir qué queríamos ver y que no podía faltar, qué artistas teníamos en común entre los tres y qué artistas entraban en competencia, qué decisión íbamos a tomar cuando se empalmaban artistas, o si sólo uno de nosotros quería ver a alguien pero los demás no… suena mucho más fácil de lo que fue.
Cabe aclarar que es un festival con demasiadas cosas que ver, demasiados escenarios, un line up impresionante y enorme, distancias gigantescas… en fin…logística. Hicimos un excel con horarios, artistas y así fuimos metiendo y quitando, metiendo y quitando… esto hasta que llegamos a un formato que a los 3 nos convencía.
Mientras, seguíamos tomando mezcal…
TO BE CONTINUED.

