Vivencias y experiencias por Australia.
Por: Regina Gutierrez & Mariana Vargas.
Creo que a todos nos llega una edad en la que de una u otra forma, queremos alejarnos de nuestro circulo.Una fase en la que no somos lo suficientemente grandes ni maduros como para irnos definitivamente, pero en la que sin importar el motivo, buscamos nuestra pequeña dosis de independencia.
Justamente, ese fue nuestro caso. Nos queríamos ir de intercambio, alejarnos un tiempo y ampliar horizontes.Pero con esta decisión, también partían dos disyuntivas que se volverían claves para hacerla la mejor época de nuestra vida:
¿A dónde? Y ¿con quién?
La segunda respuesta fue muy fácil, sencilla. Con mi mejor amiga. Sin embargo, nos vimos en un predicamento decidiendo el destino, pues buscábamos crear memorias y experiencias. Y además de tal cuestionamiento, también rondaba en nuestras cabezas una pregunta constante:
¿Por qué al otro lado del mundo, habiendo tantas opciones de las cuales elegir?
¿Qué queríamos realmente?
Buscábamos independencia, aprender un idioma, conocer otras culturas y experimentar un estilo de vida diferente, inusual a nuestros días, algo que nos llenara.
Buscando dentro de las miles de posibilidades encontramos Australia, Melbourne para ser más específicos. Un destino que ansiábamos conocer y que además, lo incluía todo; diseño, psicología, diversidad, diversión y un sin fin de actividades. Era perfecto.

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Así que ya tomada la decisión, empezamos a embarcarnos en todo el proceso para irnos a vivir seis meses a Melbourne, Australia.
Nosotros íbamos principalmente a estudiar, así que comenzamos por investigar en qué universidades podríamos ingresar allá, hacer todo el papeleo para que nos revalidaran las materias y así, no perder el semestre. Luego vino la visa y ahí nos dimos cuenta realmente del significado de “papeleo”; Horas y horas de trámites para lograr nuestros objetivos que, con ayuda de una agente de viajes, logramos hacer a tiempo; mientras por otro lado, comprábamos un vuelo sin retorno.
¿Porqué sin retorno? Porque realmente no sabíamos si nuestra estancia sería de 6 meses, un año, o más… Solo el destino lo decidiría pero sin duda, era una aventura que por fin, ya nos tocaba vivir.
La despedida en el aeropuerto fue muy diferente para cada una. Creo que en ese momento cada una tenía temas totalmente diferentes y vivencias completamente distintas; así que cada una tuvo un pequeño duelo que dejar atrás. Miedo, incertidumbre, emoción, tristeza y felicidad, fueron algunas de las emociones que pasaron por nosotros en el larguísimo vuelo de 17 horas para llegar a Melbourne.
Cuando te imaginas tu llegada a Australia, ¿Qué es lo primero que piensas? Claro, surfers, mar, olas, sol, un acento inconfundible y una cultura completamente distinta.
Bueno, pues en nuestro caso, la llegada fue completamente inesperada, pues no teníamos realmente dónde vivir, y por ello, tuvimos que quedarnos en un hotel. Un hotel ubicado nada más y nada menos que en el mero centro de China Town, con el cual, nuestras expectativas de surfistas, olas, mar y sol, se vieron sustituidas por ramen, comida Thai y lenguajes entre el chino, mandarín y el japonés.

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Pero no importaba nada… ¡Estábamos en Australia! Y aunque comenzamos de forma rara, estábamos en el país que sería nuestro hogar por mínimo, los próximos seis meses.
Ya pasadas 20 horas desde nuestra llegada, terminamos con el sueño reparador que ambas necesitábamos y ya descansadas, instaladas y en el uso horario correcto, nos dimos a la tarea de encontrar a la que sería la tercera mosquetera de nuestra aventura.
Nuestra otra roomie, Jeny.
Ya juntas, nos embarcamos en la primera fase de nuestra vida australiana: Encontrar un departamento. ¿Suena sencillo?… No lo es.
Fue todo un reto encontrar un departamento que nos alcanzara, que tuviera el espacio suficiente para las tres, céntrico y que además nos aceptaran. Tres niñas que nunca habíamos vivido solas, mexicanas y de intercambio.

Pero bien dicen que los retos son lo que nos marca realmente como personas, y hoy en día sabemos que sin duda alguna, las tres podemos llamar a ese rinconcito en Swanston Street, nuestra casa para siempre.
Acoplarnos no fue difícil, ya nos conocíamos y pusimos limites muy claros en las reglas de la casa para poder vivir las tres en paz sin tener problemas. Así que por un lado ya estábamos más que instaladas, unidas y con un refugio al cual llegar terminando nuestros días de universidad, la cual, no lo sabíamos pero sería nuestro segundo reto en el camino a la vida de estudiante en Australia.
Imagina tu primer día de clases. Esa mezcla de nervios, emoción, adrenalina y mariposas en la panza. Ahora, a eso agrégale estar en un país completamente extraño, no conocer a nadie, no saber dónde está nada y todo, en un idioma distinto. ¿Suena retador, no?
Fue difícil, no vamos a mentir…Pero bien dicen que la práctica hace al maestro y gracias a la constancia, logramos dominar el campus de la universidad, así como todo aquello que involucraba nuestra vida académica.
Creo que algo que marca realmente una experiencia, son las personas involucradas, y los australianos, mejor conocidos como Aussies, son personas súper amables, con la mejor actitud para con los extranjeros. Así que rápidamente empezamos a hacer amigos, de todos lados; australianos, alemanes, chinos, y muchos otros extranjeros que estaban en la misma situación que nosotros. Y claro, nunca faltaron los mexicanos que también estaban allá… no entendemos realmente porqué, pero los mexicanos en el extranjero tenemos como un imán para atraernos mutuamente.
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Gracias al cielo, es muy fácil moverse en Melbourne. Literalmente todo lo puedes hacer caminando.
Si en algún momento están por allá, se van a ubicar rapidísimo, pues todas las calles en el centro son paralelas y perpendiculares, es el CBD (así́ le dicen al centro) Y se pueden mover alrededor en un tram que se llama City Circle, es gratis (SOLO ESE jaja) y da la vuelta al CBD.
Viviendo en una ciudad distinta, te das realmente cuenta de cómo va cambiando; Definitivamente la ciudad es otra en verano; Hay muchas más cosas abiertas. Como rooftops, festivales, conciertos, la gente sale a las playas, corre en los parques, hace picnics etc… Todo es mucho más recreativo.
Pero bueno, no seriamos unas buenas storytellers si con nuestra experiencia, no vinieran recomendaciones. Por eso, si en algún momento estás por Melbourne, queremos dejarte los detallitos que a nosotros nos alegraban los días y nos hacían la vida más llevadera.
Recomendaciones. ———————–
Rooftop Bar.
Si vas en Verano, te
Se ve todo Melbourne con una vista increíble, buena música de fondo y comida perfecta para alegrar el paladar. También si eres fan del cine, el Moonlight Cinema es una experiencia increíble; Montan un cine al aire libre en un parque y puedes hacer picnic ahí.
Delights:
Pasear por South Bank, y comer en alguno de los restaurantes que dan al río. Específicamente te recomendamos Left Bank, o Ludllow .
Si caminas una calle atrás esta el Chin Chin, y aunque no da al rio, no te vas a arrepentir.
Moments:
Definitivamente un día en St. Kilda es un must.Puedes pasear por la playa, entrar a cualquiera de los restaurantes de ahí, ir al Luna Park, surfear o kitear.De los mejores atardeceres que hemos visto en la vida, han sido en St. Kilda.

Culture:
Si quieres un día cultural te recomendamos ir al museo de Melbourne, pasear por el CBD (que es el centro de Melbourne), ir a Hoiser Lane (una calle muy famosa llena de graffities dónde el arte no te va a faltar).
Comer lunch en el “Trunk”, ir a la State Library, ir al Victoria Market (si es miércoles estás de suerte porque en la noche hacen conciertos en el mercado con comida deliciosa y de todas partes del mundo.)
Hipster:
Si te gustan los lugares más alternativos, Fitzroy es para ti.
En este barrio hay de todo, restaurantes, tiendas, música, y cualquier cosa alternativa y diferente que te quieras encontrar.
Si te quedas hasta tarde, Naked for Satan es el mejor bar de tapas que hay en Melboure (asegúrate que sea época de verano y esté abierta la terraza).
Si quieres en este mismo barrio algo más nice, puedes ir al Emmerson.
Diversión asegurada. Melbourne es un lugar que tiene una mezcla cultural impresionante, así que puedes encontrar casi todo tipo de comida y gustos, solo hay que saber preguntar.
Ya que estás down under te recomendamos unos viajes que seguramente te van a hacer igual de felices que a nosotras:
Viajes. —————
- Roadtrip a los 12 Apostoles:
Te recomendamos visitar esta increíble formación de rocas a 1 hora y media de Melbourne, si puedes rentar un camper el lugar es ideal para acampar. No te olvides que manejan del otro lado entonces, no te confíes.

- Golden coast:
El east coast de Australia, mejor conocido como el Golden coast. Es la imagen personificada de lo que tiene el mundo en su cabeza cuando dicen Australia; playas paradisiacas, surfers por todos lados, etc… Específicamente no te puedes perder subirte a un Catamarán par ir a las Whitsunday Islands y bucear en el Great Barrer Reef, rentar un Jeep para acampar en Fraser Island y visitar la formación de barcos abandonados que hay. - Lake Mckenzie:
surfers paradise (laaaa playa de Australia para surfear.) Te recomendamos hacerlo con una agencia local de viajes que se ajusten a tu presupuesto (nosotros lo hicimos con Peter Pans)
- Sidney:
Si estás en Australia, no puedes dejar de ir a Sidney, con la increíble opera de Australia, su famosísima playa Bundai Beach, surfear, y sus hikes irreales. Te recomendamos el Coogie walk y el Blue Mountains Walk Path.
- Nueva Zelanda:
Si te quedas mucho tiempo, no te puedes perder este país, a solo un vuelo de 2 horas. Definitivamente los paisajes más impresionantes que he visto en mi vida y de las mejores experiencias.
Te recomendamos específicamente bungee jumping en Queenstown (Si eres más aventurero) y después una hamburguesa de “Ferg Burger”. Rentar un camper y hacer un roadtrip por ese increíble país es algo imperdible. (hacerlo con una agencia lo facilitará todo y se ajustará a tu presupuesto)
Creo que al final irnos al otro lado del mundo nos enseñó que todo se puede. Aunque no tengas la menor idea de qué estás haciendo, dar el primer paso es vital para lograrlo.
Nos hizo mucho más independientes, exploradoras y tolerantes a muchas cosas. Y realmente no hubiera sido lo mismo sin las mejores roomies, por eso creo firmemente que es importante escoger a las personas con las que vives estás experiencias. Pues son ellas las que te llevaran a lugares impresionantes, no importa a que parte del mundo te vayas.

Do´s and Dont´s ———-
Do: Precopea y llega temprano al antro/ bar.
Don’t: No creas la fiesta dura toda la noche, aquí los antros / bares cierran a las 2 am.
Do: Tomar Gun (es el vino de caja) el más barato típico de Australia.
Don’t : Cuida tu gastrítis, porque las consecuencias son duras.
Do: Es una ciudad muy caminable, y el tram es esencial para llegar a lugares lejos.
Dont : NUNCA te subas sin pagar al tram.
Do: Hacer un roadtrip a los 12 Ápostoles
Don´t: No te confíes, acuérdate que manejan del lado derecho.
Do: Rentar un coche e ir a los viñedos a las afueras de Melbourne
Don’t: Don’t drink and drive. Tengan un conductor designado.
Do: Quédate en un hostal, puedes viajar por el presupuesto que quieras, los hostales siempre son una muy buena opción BBB.
Don´t: No confíes en todo el mundo, siempre ten tus cosas de valor con candado.
Y disfruta, Melbourne es un lugar único.