By: Andrea Muhech.
Creo que todos hemos cuestionado a nuestra sociedad mundial. Hoy en día, se viven situaciones increibles, en las que la unidad mundial prevalece y con ella, se logran cosas inimagiables. Sin embargo, tristemente existe el otro lado de la moneda. Aquel lado que involucra racismo, intolerancia, ignorancia y en muchos casos, violencia. Si al igual que nosotros, tú tampoco te explicas como es que estos sucesos sigan ocurriendo, esta nota es para ti.
Estados Unidos. Ahmaud Arbery y George Floyd.
Ahmaud a manos de un ex agente de policía y George a manos de un policía. En ambos casos, las víctimas fueron hombres de raza negra y ninguno portaba armas. Los asesinos de los dos fueron detenidos. Sin embargo y en diferente escala, tuvo que haber protestas de todo tipo para que eso sucediera. Hoy, en pleno 2020, seguimos luchando después de cientos de años de historia para dejar el racismo atrás.
México. Giovanni López.
Hombre de 30 años de edad asesinado a manos de policías municipales. Extorsiones por parte del estado. Fuego, furia. Cada día vemos más manifestaciones en diferentes lugares de nuestro país exigiendo justicia. Hasta hoy, en pleno 2020, las violaciones a los derechos humanos prevalecen.
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¿Cuántos Giovanni, Ahmaud o George habrán quedado en el olvido? ¿Cuántos casos de hombres y mujeres no llegan a los medios de comunicación? ¿Cuántos sufren las consecuencias del racismo a diario sin ser asesinados? ¿De verdad tiene que haber muertos para que despertemos ante la triste realidad global de que los derechos básicos de un sinnúmero de personas siguen sin ser respetados por motivos de raza (u otros)?
El racismo es un tipo de discriminación que se produce cuando una persona o grupo de personas siente odio hacia otras por tener características o cualidades distintas. Estas pueden ser el color de piel, el idioma o el lugar de nacimiento de un individuo. Este fenómeno nace a partir de otros como lo son la ignorancia o el miedo. Ahora bien, de acuerdo con el ACNUR (s/f), hay diferentes tipos:
- El aversivo, que es más sutil porque es empleado por personas que están abiertamente en contra del racismo y de los comportamientos racistas. En este, las actitudes racistas se producen mediante la distancia con la otra persona, la falta de empatía o mostrando frialdad.
- El etnocentrista, que está basado en la superioridad cultural del propio grupo. Este asume que otros grupos diferentes suponen una amenaza cultural.
- El simbólico, que aboga por el derecho a ser iguales, pero con matices.
- El biológico, que es el tipo de racismo menos tolerante y entiende que una raza es biológicamente superior a las demás, que amenazan con degenerar la raza que es considerada principal. Aquí, los miembros de otras razas no deban tener ningún derecho.
Si me sigues leyendo, probablemente te diste cuenta de que o tú o alguien muy cercano a ti es racista, ha sido víctima del racismo, o ambas. El fenómeno tiene múltiples dimensiones y no es sólo negro vs blanco o viceversa. Por otro lado, estamos hablando de un problema estructural en donde la muerte es la consecuencia más grave y está sostenida por un fondo que constituye una acumulación de factores inmensa.
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El movimiento es por todos los casos invisibles y para destruir todo lo que sustenta las formas de violencia que podemos ver. Movilizarse es válido, es bueno, y es necesario.
El movimiento es por todas las veces en que el color de piel de una persona juega un papel en las decisiones que otro toma sobre de esta. Por todos los que se quedan fuera de sitios, por los que se quedan fuera de las fronteras. Por los que su nombre fue borrado por un apodo, por los que sin elegirlo desde el nacimiento están en desventaja. Por los que se quedan solos, por los que aunque trabajen no avanzan en la escalera de la movilidad social. Por todas ellas, por todos ellos aquí y allá. Porque en esta ola de la lucha histórica podamos ver una diferencia.
Los asesinatos representan la acumulación de ideologías adquiridas y respaldadas por discursos, grupos, información disponible e incluso organizaciones. Las leyes se escriben sobre historia (aunque muchas veces no parezca) y las costumbres se crean. Lo que vivimos hoy es algo que se ha ido construyendo y es algo que se ha aprendido. Por ende, el racismo no está empeorando ni se está haciendo mayor, lo que está sucediendo, es que se está exponiendo y la sociedad civil es más libre y cuenta con más herramientas para contrarrestarlo. Lo sabio y lo que toca, es usar esas herramientas a favor de la humanidad y a favor de todos aquellos cuyos nombres desconocemos y cuyas vidas son un infierno por el simple hecho de haber nacido con características específicas.
Ahora bien. Así como se construye el racismo, también se construye la empatía y también se construye el respeto. ¿Por qué no nos cuestionamos cómo podemos construir esas estructuras en nosotros mismos?
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