by: Hélène Send. (@helenesend)
Conoce cómo termina esta historia.
Al día siguiente, salimos los tres muy temprano del depa de Diego al aeropuerto para pasar por el coche, el 27 de junio 2019. Fuimos antes a un súper a comprar provisiones y así poder desayunar de camino a la que sería nuestra casa los siguientes 5 días. Nos entregaron el coche y empezaron los nervios; Thasha tenía que acostumbrarse a manejar del lado contrario y standard, así que Diego que iba de copiloto y yo, que iba atrás, teníamos de trabajo irle diciendo a Thasha si se pegaba mucho a los coches o se empezaba a cambiar de carril jaja.
Se acostumbró más rápido de lo que pensamos, así que me quedé dormida casi toda la carretera y recuperé un poco de energía del viaje tan movido que estábamos teniendo
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SHEPTON MALLET:
Llegamos a un pueblito divino, típico de película. Casas de ladrillo con puerta rústica y flores en macetas. Tiendas boutique que vendían antigüedades, restaurantes, distancias cortas… en fin; Seguimos Google Maps para llegar a la dirección y pues sorpresa, nos recibió una casa divina y toda para nosotros.
Elizabeth, quien era la dueña de la casa, nos dejó una carta diciendo que ella se iba a ir el fin de semana, así que el lugar era para nosotros solos. Cocina, comedor, televisión, cada quien su cuarto, baño… comodidad absoluta.
No sabíamos cuánto lo íbamos a agradecer después.
Nos instalamos y arreglamos para salir a conocer; comimos en un restaurante italiano delicioso y de ahí fuimos a comprar los básicos que queríamos tener en la casa, dejamos todo y nos preparamos para el primer día de excursión en Glastonbury.
DÍA 1: LA EXCURSIÓN.
Caminamos aproximadamente 5 minutos a la estación de autobús, donde el camión con el letrero “Glastonbury” ya nos estaba esperando. Este día fue de análisis, de prueba y error, y más que nada, de preparación para aquello que nos esperaba al día siguiente.
Todo era un show. La gente subiéndose al camión vestida de maneras muy raras, usando colores fosforescentes, brillantina en el pelo y en la cara, peinados con flores, con hieleras y backpacks….De esos looks con los que instantáneamente escuchas música de fondo.
En fin…15 minutos después, estábamos llegando a “GLASTONBURY FESTIVAL OF CONTEMPORARY PERFORMING ARTS” y para serles sincera, no lo podíamos creer. Al fin estábamos ahí.

ACCESO:
Nos bajamos del camión y fuimos a la zona de accesos por la puerta 3, todos con nuestro boleto en mano y súper emocionados.
Te pasan a la zona de accesos, donde te piden ponerte el pelo tal y como en la foto de tu boleto, quitarte lentes y llevar una identificación oficial para hacer la comparación con la foto que ellos tienen de ti en el sistema.
Ya que pasas esto, te ponen tu pulsera del festival y te piden NO perder tu boleto (lo necesitas cada vez que entras y sales del festival), te dan tu survival kit, que es una bolsa con la revista de Glastonbury y todo lo que tienes que saber; tu mapa y tu termo de agua (de esos que aguantan el frío y lo mantienen, cosa que iba a ser muy útil) para rellenarlo en los puntos de WaterAid dentro del festival.
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CAMINATA:
Y ahora sí, “Bienvenidos a Glastonbury”, estábamos dentro.
Caminamos bastante para llegar, pero desde que entras te das cuenta de la dimensión que tiene el festival. Ves a lo lejos y es un terreno gigantesco lleno de casas de campaña, de banderas de colores que vuelan por todos lados, decoración de lo más alocada, una cantidad de gente que no te imaginas…Es una locura. Este día en específico nos dedicamos a ver, a conocer, a caminar, a ubicarnos y a recorrer todo lo que pudiéramos.
Contexto : Algunos puntos que tienes que saber de Glastobury Festival.
- Tienes que empacar lo vital y necesario en tu backpack: Agua, kleenex, paraguas, pilas cargadas para el celular, medicinas básicas como Tylenol/ Tylex o aspirina (créeme, los necesitas en algún punto), chamarra que se haga chiquita (yo llevaba una Uniqlo), algo para taparte del sol (gorra, sombrero, paliacate, lo que quieras..) lunch (barritas, fruta, o algo que puedas llevar en la mochila).
- En este festival la mayoría del personal son voluntarios, ayudan para recaudar millones de libras para causas nobles. Todos están felices y con la mejor actitud cuando te apoyan en lo que necesitas.
- Dentro, todo es libre de plástico. Al ser en una granja, buscan la manera de no dañar el terreno, por lo que todo es lo más ecológico posible, zero waste, con kioskos de WaterAids para que rellenes tu termo de agua cada vez que quieras, botes de basura por todos lados, obras de arte hechas de desechos, etc…
- Varios escenarios y áreas están administrados de forma independiente y son grandes benefactores en el festival, como: Greenpeace, OXFAM y WaterAid. Tienen presencia en todos lados para concientizar a los espectadores acerca del medio ambiente.
- Apoyan 100% al comercio local. Hay más de 500 food trucks de comida dentro, más los stands que ponen de venta de algunos productos y todos son pequeños negocios locales.
- Este festival está enfocado a las artes en general y a todo tipo de público. Hay escenarios de música (de todo tipo), de teatro, de circo, workshops, espacios familiares y para niños, shows completamente visuales, de ambientación.. todo lo que se te ocurra, hay.
- Está dividido en una especie de distritos y cada uno tiene un motivo distinto; por lo que los elementos, la música, las esculturas, la ambientación, los escenarios y lo que pasa ahí, en general, está completamente adecuado a su tema.

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Sigamos…
Este primer día agarramos confianza con el festival y la verdad fue un shock visual. Donde voltees hay cosas que ver, que probar, que oír… una locura. Obvio llegamos y empezamos a comprar cervezas cada cierto punto jaja. Caminamos siglos y por todos lados, fuimos de escenario a escenario, medimos tiempos que hacíamos de uno a otro, etc. Comimos por ahí lo que a cada quien se le antojó (un punto importante de este festival es la comida que hay, es deliciosa), nos echamos una siesta enfrente de “Pyramid Stage” que es uno de los escenarios principales, caminamos más y más jaja.
Fuimos a la torre en “The Park” una zona del festival que está justo en una esquina bastante alejada, donde se encuentra uno de los escenarios principales y el famoso letrero de “Glastonbury”. Aquí la vista es impresionante; Ves todo el festival desde arriba y captas la dimensión tan enooooorme que tiene, las divisiones entre distrito y distrito, casas de campaña del tamaño de alfileres y millones de pequeñísimas personas caminando por ahí, además de todos los colores en las diferentes zonas del festival.
Vimos el atardecer y cuando se metió el sol, toda la gente gritaba y aplaudía festejando el fin de un día y el inicio del festival como tal. El piso estaba atascado de cápsulas metálicas, que después investigamos y eran laughing gas…cosa que nos tardamos un poco en entender jaja.
Ya con la luna presente, vimos que era momento de fiesta. La gente toma un mood indescriptible, todo es felicidad realmente. Por ello, decidimos adentrarnos a la «nightlife de Glastonbury», y nos metimos a nuestro primer «antro” dentro del festival.
Es como un bar hoping y en camino a la salida, pasábamos de antro a antro. La gente se viste de colores, hay luces neón, sombreros de bolsa disco y realmente la vida nocturna cobra un nuevo significado.
Ese día decidimos regresarnos a la casa relativamente temprano, pues al día siguiente madrugábamos y necesitábamos mantener las energías.
TIP: IMPORTANTÍSIMO saber cual es tu salida; Pues no todas se unen y no todas son peatonales, además de que en distancia están DEMASIADO LEJOS la una de la otra. Nosotros decidimos improvisar (error) y salir por la “puerta más cercana”…no aplica.
Los camiones tienen horario. Los mismos que te llevan al festival, también te regresan y salen cada media hora; pero a partir de las 12 am tienes que regresar en taxi, y solo puedes salir por la puerta por la que llegaste.
Lección del día: No contradigas las reglas. Nosotros quisimos vernos listos e improvisar…DON´T.
Intentamos salir por la puerta 5 (aunque la nuestra era la 3) y evidentemente no se podía, así que caminamos horas hasta que llegamos a una salida donde podías pedir Uber. Cabe aclarar que la señal ahí es pésima;Así que un Uber tardó aproximadamente 1 hora en llegar por nosotros, mientras moríamos de frío, hambre y sueño.
Cuando por fin llegó el Uber, Google Maps hizo de las suyas y nos marcaba la ruta de tractores jajaja… Tal y como lo leen.
No había camino para el coche, los hoyos abundaban, los pastizales rebasaban el coche y parecía que nos íbamos a quedar atascados en cualquier segundo. Cuando por fin lo logramos salir, juramos siempre usar nuestra puerta, aunque implicara caminar 5 kilómetros más. Regresamos a la casa, nos hicimos de cenar rápido, comentamos el día, establecimos horario para el día siguiente y nos fuimos a dormir.
DÍA 2:
Nos paramos temprano para arreglarnos y desayunar muy bien en la casa, preparar nuestro lunch y salir con tiempo para ir a comprar cervezas.
Una de las lecciones del día anterior es que puedes meter lo que quieras de alcohol al festival, siempre y cuando no esté empacado en vidrio. Pero es una forma de gastar menos, te ahorras filas y tomas lo que quieres.
Así que surtimos muy bien nuestras mochilas con vino, cerveza, aguas, barritas y todos los munchies que pudieras imaginar, pues hoy la cosa ya era real, ya no era scouting; oficialmente este era el día 1 del festival y teníamos que aprovecharlo al máximo.
Llegamos a las 10 am en punto al festival, listos para empezar con «The Vaccines» en «The Other Stage». El sol parecía no ceder y veías como todos se refugiaban debajo de sus gorras, mochilas, paraguas o cualquier tipo de sombra que pudieran encontrar.
Paréntesis: Glastonbury es reconocido por el clima. Es sabido que siempre llueve y el lodo está por todos lados. Además de que el clima es bipolar. Un segundo hace frío y otro calor…Gracias, global warming.
A nosotros nos tocó un calor anormal de 34 grados y sol TODO el día, cosa para lo que no íbamos preparados y mucho menos yo. Llevaba jeans y tennis… Ya se imaginarán mi calorón.
Hasta este momento te das cuenta la cantidad de gente que es, el público es interminable y son olas de gente que escucha el concierto a diferentes distancias, es algo muy impresionante. Nosotros encontramos un súper spot debajo de un letrero de metal donde nos íbamos turnando para taparnos del sol.
Después de «The Vaccines», iba a tocar «MØ», así que nos instalamos en el piso, tomamos vino y cerveza, comentamos el lugar y nos protegíamos del sol debajo de nuestro super letrero de falafels jajaja.
De ahí caminamos a ver a «Tom Odell» (fue mi favorito de todo el festival) a “The Pyramid Stage”. Pero cada vez que digo caminar, me refiero a experimentar y ver cosas que nunca había visto; gente feliz, bailando todo el tiempo, outfits de lo más locos, estructuras imponentes, colores surrealistas y eso sí, sonrisas y sonrisas por todo el lugar.
Cuando tocó “Another Love” puedo decir que fue mi momento favorito del festival; Lloré y me emocioné de más, y ahí realmente caí en la cuenta de dónde estaba, con quién y cómo es que esta experiencia sería algo que le contaría a mis hijos, nietos, y a todo aquel que tuviera unos minutos para escucharme… o ahora leerme jaja.
Después de varias emociones, seguimos caminando. Cada que veía un puesto de helado me compraba uno, la diamantina se apoderó de nuestras caras y pocos kilómetros después, nos sentamos a descansar un rato (cosa que terminó siendo una siesta muy necesitada para recargar energías).
Y luego siguieron «Sheryl Crow», «Bastille» (que fue de mi favoritos) y «The Lumineers» cuya vibe se apoderó de la gente y sus letras, de mi mente. Era uno de los artistas que más quería ver, y con mucha razón.
Algo que me encantó de este festival es que podías ver desde gente mayor bailando, niñitos con sus papas disfrutando de los artistas y jóvenes creando recuerdos para toda la vida. Sin duda, uno de los festivales más variados que he visto en toda mi vida en cuestión de público.
Después fuimos a comer y al llegar a ver a Rosalia, pasó algo único… Nos topamos con Emilia Clarke, mejor conocida como Khaleesi, quien al parecer también es gran fanática de “La Rosalia”. Reía y bailaba con su música, al mismo tiempo de que nosotros (Thasha, Diego y yo) nos manteníamos embobados con la protagonista de Game of Thrones, parecía imposible tenerla tan cerca mientras que el show de «Rosalia» impactaba a todos en el festival.
Siguió «George Ezra» quien entra en mi top 10 de la vida. Su show fueron súper personal, contaba historias, reía con el público y puso a todos a cantar sus letras y bailar al ritmo de sus canciones.
Para después contrastar con el show de «Tame Impala», donde las luces neón no se hicieron esperar y crearon un espectáculo visual impactante.
Este día tuve un problema: Me insolé. A partir de «The Lumineers» me empecé a sentir mareada y cansada, así que la tuve que forzar muchísimo. Incluso, fui a comprarme unos shorts al puesto de Levi’s Vintage que encontré para cambiarme los jeans, y darle la bienvenida a los shorts por el resto de mi estancia en Glastonbury.
Acabando «Tame Impala» (1:00 am) decidí que era hora de irme por mi cuenta, así que deje a Thasha y a Diego (ellos fueron a ver a «Fatboy Slim» y a pasear por varios de los distritos que en la noche son una locura) y me fui a la casa a descansar para estar con todo el tercer día de festival.
La salida fue un CAOS, pues soy extremadamente desubicada y este festival tiene las dimensiones de una ciudad. Pero era momento de poner la brújula mental en orden y me encaminé con la esperanza de llegar a la casa sin problemas. Solo a la salida eran 5 kilómetros de caminata, así que cuando llegué por fin al punto de camiones, estos ya se habían marchado. El punto es que gracias al cielo encontré un taxi que me llevó a la casa. Me puse la pijama y a dormir y soñar con la experiencia tan cool que acababa de vivir; Y Thasha y Diego llegaron a la casa a las 6 am.
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DÍA 3:
Empezamos más tarde, así que todos dormimos mejor. Iba completamente equipada, con mi mochila armada (shorts puestos y jeans en la mochila para mi cambio en la noche), descanse la noche anterior para recuperarme de la insolada, llevaba todo lo necesario y estábamos listos.
Misma rutina; Despertar, desayunar muy bien, prepararnos, camión y listos para Glastonbury día 3.
Arrancamos a la 1 pm con «Hozier» que me encanta en “The Pyramid Stage”. Luego «Janet Jackson», cuyo show lo aprovechamos para darnos un makeover al estilo Glasto: pintura facial, colores intensos y glitter por doquier. Durante el show de «Liam Gallager» hicimos amigos y Thasha decidió aventarse a dar marometas con una de las pelotas gigantes que aventaban al público, esto dio pie a que una familia de un pueblo cercano, se pusiera a platicar con nosotros; estaban en shock cuando les dijimos que éramos de México.
Cuando «Wonderwall» empezó a sonar, miles de sentimientos se me vinieron encima. La gente estaba feliz. Volteabas a ver por todos lados y solo podías observar sonrisas y gente cantando al unísono de su coro. Simplemente increíble.
Paréntesis: En este festival hay todo tipo de público, es parte de lo cool. Hay desde el grupo de amigos tipo nosotros, hasta familias completas de señores con sus hijos, niños, viejitos, señoras embarazadas… hay absolutamente de todo y por todos lados; hay atracción para cada integrante de la familia.
Después fuimos a ver a «Jungle» y luego a «Keane». Este último fue impactante; La carpa donde se presentaba era techada, por lo que podías escuchar perfectamente como todos cantaban junto con él sus más grandes éxitos. Piel chinita y corazón contento.
Terminando «Keane», fuimos a «The Park» a ver «Kate Tempest», este es uno de los escenarios más lejanos del festival.
Poco tiempo después, vimos uno de los shows visuales más cool; «Chemical Brothers«.
Este grupo aprovechó el humo, las luces y las siluetas humanas, para crear un espectáculo audiovisual en el festival. Pasamos a cenar unos falafels y ya con eso terminábamos el día.
Pero Thasha y Diego decidieron enseñarme todo lo que me perdí el día anterior…Los distritos.
Y así fue cómo terminamos yendo a explorar entre los tres, todavía más. “The Common”, “The Unfair Ground”, “Shangri-La”, “Field of Avalon”, “Block9”, “Glasto Latino”, “Arcadia”; Todos estos son algunos de los distintos distritos y atracciones dentro de Glastonbury.
Es como un mundo surreal.
Caminas y estás en un antro, con gente vestida de cierta forma; caminas un poco más y el mood cambia completamente. Bares con música en vivo de distintos géneros musicales, shows de luces y estructuras gigantes simulando distintas cosas…Lo que les escriba no es comparable con lo que vi y viví ese día.
Hay distritos con un vibe más tribal; Todo es de elementos (fuego, aire, agua y tierra) e involucra espíritus y naturaleza. Un ejemplo: Fuimos a un antro donde tienes que tomar la decisión de si entras al fuego o al agua, y dependiendo de lo que elijas es la música y lo que vas a ver dentro; si una cascada de fuego cayendo encima del DJ o una de agua.
Hay otro que es más denso y dark; todo es muy bizarro y son esculturas de bebés gigantes, camiones voladores, muy al estilo American Horror Story.
Por ejemplo: En Block 9 había un bar que simulaba un edificio quemándose, desde las ventanas salía luz roja y humo todo el tiempo. Adentro, los cuartos eran diferentes tipos de música, estilo rave.
Otro era la escultura gigante de una mujer con unos lentes de VR; ahí podías ver una proyección de luces en tercera dimensión impresionante. Todo esto con música que acompañaba las diferentes escenas que les estoy platicando.
Vimos toda la escenografía de Greenpeace, escenas de performance de circo, todo tipo de disfraces, vestuario y shows.
Este festival no duerme.
Hay gente y actividad a cualquier hora del día, y para las noches hay distritos que están todo el tiempo abiertos.Después una larga caminata conociendo y entrando a todos lados, nos dieron las 5 am así que nos encaminamos a la salida para irnos a descansar un poco y prepararnos para el día 4.
DÍA 4 «DEVASTADOS»:
Este era nuestro último día de festival y cuando despertamos nos dimos cuenta de lo ACABADOS que estábamos jaja. Nos despertamos y para no romper con la rutina: Desayuno, preparación, survival kit, camión… y Glastonbury.
Este día fue complicado porque sabíamos que era el último.
Teníamos sentimientos encontrados, pues sabíamos que ya iba a terminar, estábamos demasiado cansados, emocionados, felices y tristes. Todo muy mezclado, así que decidimos forzarla y dar todo en nuestro último día.
Llegamos a las 12 para ver a «Hollie Cook». En cuanto llegué me instalé en el piso con mi chamarra de almohada, mi paraguas tapándome la cara del sol, tome dos Tylex (me dolía el cuerpo como si hubiera corrido un maratón, que pues prácticamente sí jajaja) y después de 4 canciones tomé una siesta.
Cuando desperté ya estaba mucho mejor, las medicinas hicieron efecto y estaba lista para seguir. De ahí fuimos a ver a «Years & Years», que fue HEAVY. Aquí me proyecté, así que tenía toda la energía.
Paréntesis:
Este festival es sumamente inclusivo, fue increíble porque «Olly Alexander» (cantante de la banda) que es de la comunidad LGBTTTIQ+ dio un speech increíble a su público, todo era con los colores del arcoíris, aventaban papeles por todo el escenario, habló de la homofobia y promovió la aceptación.
Acabando nos encaminamos a ver a «Kylie Minogue» y a «Nick Kane», quien salió con ella en el escenario. Luego «Fatumata» (donde me volví a echar una siesta jaja), después «Miley Cyrus» y luego «Billie Eillish».
«Billie Ellish» fue otra de mis top, mueve masas. Fue impresionante ver cómo ella daba direcciones al público de movimientos que tenían que hacer al ritmo de sus canciones y como una ola de gente abismal, la seguía.
Aquí hubo un tema: Thasha y yo queríamos ver a «Billie Eillish» pero Diego quería ver a «The Good The Bad and The Queen», entonces por primera vez en todo el festival… nos separamos.
D se echo a correr a ver una parte del concierto que quería y Thasha y yo nos quedamos en «Billie Ellish»; Para ubicarnos, usábamos las banderas que rodeaban el escenario de “The Other Stage”, así que le dijimos a D que contara 13 banderas del lado derecho y que ahí lo íbamos a estar esperando.

Paréntesis: Las banderas de colores están por todos lados del festival, es algo muy distintivo. Tanto en la decoración general de Glastonbury, así como en la gente. Muchísimas personas llevan sus banderas para poder ubicarse dentro de las masas en los escenarios. Ya sea banderas con algún logotipo en especial, del país que son o de colores específicos, pero siempre en el público hay banderas por todos lados.
Cuando nos reunimos con Diego, nos fuimos a ver a «Vampire Weekend» en “The Pyramid Stage”; Increíble, pues era el atardecer y los colores de sus visuales resaltaban con los colores del festival.
Luego fuimos a ver a «Friendly Fires» y terminamos con «The Cure». Quien fue uno de los headliners más importantes, tan importante que cerró el festival de Glastonbury 2019.
Terminó “Friday I’m in love” y el impacto no me dejaba pensar con claridad. Esta canción es de mis favoritas de este grupo, y verla ahí, en Glastonbury, en vivo, con mis amigos… Bucket List.

Nos encaminamos para salir. Iba a ser el primer día que sí alcanzáramos el camión de regreso a la casa. Caminando a la salida fue uno de los momentos más complicados; pues sabes que ya acabó lo que habías esperado siglos, estás cansadisisisisisisisisisimo, te duele todo, estás feliz y triste al mismo tiempo y sabes que te quedan 7 kilómetros de caminata a la salida… fue momento de mentalizarse a dar el último jalón y caminar de “elefantitos” una última vez.
Paréntesis: Durante todo el festival hicimos la dinámica de caminar de “elefantitos”para no perdernos nunca. Hay tanta gente, que gritábamos “elefantitos” y nos agarrábamos la correa de la backpack y nos íbamos siguiendo en filita india lo que fuera necesario.
Es más complicado de lo que parece el perderse en un festival de este calibre. Es demasiada gente, un lugar GIGANTESCO, el internet es pésimo y no hay casi nada de señal. Así que si te pierdes… te perdiste.
Pero agarrados de elefantitos llegamos a la salida, tomamos el último camión de Glastonbury a Shepton Mallet y dimos por terminado así, el festival más impresionante de nuestras vidas.
Al día siguiente, 1ro de julio, nos despertamos muy temprano para desayunar y salir con tiempo.
Hasta ese día conocimos a Elizabeth, la dueña de la casa donde nos quedamos, así que desayunamos con ella y platicamos un rato. Era una señora que perdió a su esposo unos años antes y decidió retirarse de su trabajo en Londres e irse a vivir más tranquilamente a un pueblo cercano.
Con todo el dolor de nuestro corazón nos despedimos de ella, pero nos recomendó salir por otro lado para así visitar Wells, un pueblo muy cerca de ahí que tenía una iglesia preciosa y unos alrededores todavía más bonitos. Nos encaminamos a este lugar, desayunamos ahí, recorrimos la iglesia, paseamos un rato y nos subimos al coche para manejar de regreso, o que Thasha manejara, 3 horas hasta Londres.
Ya en Londres, con un vacío interno, analizamos en el Apple Watch de D y vimos lo que habíamos caminado durante esos 5 días… En solo un día llegamos a caminar hasta 32 kilómetros… do the math.
Pasamos otros 3 días en Londres y de ahí volamos nuevamente a Madrid, cerrando así el viaje con broche de oro. Nos fuimos al aeropuerto y nos despedimos del mejor viaje. El más surreal, musical y con más experiencias que hemos tenido en nuestra vida.
Si les apasiona la música –no digo gusta, porque gusta no es suficiente para ir a un festival así – es definitivamente algo que deben de tener en su bucket list y hacerlo por lo menos una vez en su vida. No hay otro evento que me haya llenado de esa manera, en el que te sientas tan libre, tan pleno y con tanto que ver y escuchar..
Yo estoy segura que para mí es el primer Glastonbury de muchos.
¡Gracias por leerme! Fui feliz de revivir esta experiencia y compartirla con ustedes.
H.