De corredor a corredor.
Por: Joe Landa.
Te despiertas, abres tu Instagram,ves a la gente correr y te preguntas: ¿Cuáles serán sus motivos, cómo le harán para hallar la motivación todas las mañanas y cómo es que yo todavía no los encuentro? Probablemente leer esto resuelva tus dudas y si ya corres, puedas identificarte.
Actualmente las redes sociales han logrado que constantemente nos estemos comparando con otras personas. Esto no es precisamente malo, hay quienes con esto encuentran motivación. Pero por lo general o por lo menos en mi caso, pienso que nos hace perder el foco, dejando que nuestros resultados de igual forma estén en manos de lo que hacen otros.
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En lo personal, lo he vivido desde chico. Siempre he participado en competencias donde el rival es otra persona u otro equipo, pero nunca había encontrado un deporte en el cual el rival a vencer diariamente fueras tú mismo.
Es muy simple: Diariamente nos enfrentamos a superar a nuestra versión anterior. Esa versión que día con día buscamos mejorar.
Les doy un ejemplo cercano; mi querida y apasionada hermana ha terminado 3 maratones a lo largo de su vida, y ahora se enfrentó a otro tipo de carrera: Ser mamá de gemelos.
A lo que voy con esto, es que el día que regrese a correr no se enfrentará a la versión de ella maratonista, si no a su versión actual; Con sus altas y bajas, pérdida de condición y situaciones post maternidad.
Sin embargo, ella ya conoce de lo que es capaz, hasta dónde ha llegado y solo de ella depende volver a alcanzar la mejor versión de sí misma.
Pero bueno, ¿Cómo encontrar los motivos para correr? Estos pueden variar según la persona y las situaciones en su vida. Las razones son millones, pero hay quienes lo hacen para dedicarle la carrera a algún ser querido, otras que buscan dedicarle su esfuerzo a alguien que falleció, y que encuentran en correr un compañero durante el periodo de duelo, sanando así algunas heridas.
Muchas otras lo hacen para sentirse más saludables y rendir mejor en su trabajo, otras para salirse de casa, otras para buscar poner al cuerpo y al corazón en situaciones de límite y otras por despecho sentimental.
Personalmente, he vivido todos los motivos antes descritos y aunque éstos cambian, hay dos sentimientos que no lo hacen:
La libertad y satisfacción al terminar de correr.
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Es un sentimiento indescriptible…Mientras corres, tus piernas se adelantan una a otra, tu respiración se sincroniza con el ritmo al que van tus pasos, y tu corazón bombea más rápido para oxigenar al cuerpo.
Todo está en sintonía creando un sentimiento de libertad, con el que al terminar podremos presumir que hemos vencido a nuestra versión anterior.

Así que te tengo una noticia, he corrido casi 3,500 kilómetros desde que incorporé este hábito en mi vida hace 3 años y desde ese entonces los motivos han variado. Algunos llegan para quedarse, otros han sido pasajeros y algunos se van para después regresar.
Lo importante es salir a correr con una actitud receptiva que te permita darle la bienvenida a lo que se presente y dedicarte a ti y a tus motivos, un buen esfuerzo.
Acompáñenme a volar,
Joe